martes, 15 de marzo de 2016

LA CNMC A FACONAUTO Y GANVAM: ¡QUE OS CONOZCO, BACALAOS!

Negativo dictamen previo del organismo de la competencia a algunas de las cláusulas propuestas por ambas asociaciones para el largamente buscado Código de Buenas Prácticas


Jaume Roura, presidente de FACONAUTO, cree que los
concesionarios de automóviles tienen que llegar al
3 por ciento de rentabilidad para ser viables

MADRID ─ Quizá sólo por casualidad, pero lo cierto es que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hizo público su dictamen previo no vinculante sobre el Código de Buenas Prácticas que los concesionarios pretenden firmar con los fabricantes de automóviles sólo unos días antes de que FACONAUTO celebrase su XXV Congreso Nacional en la ciudad de Sevilla. Y dicho dictamen ha sido negativo para bastantes de las propuestas incluídas en el proyecto de Código de Buenas Prácticas por FACONAUTO, algunas de las aportadas por GANVAM, y menos desde ANIACAM. 

La CNMC piensa que las propuestas de FACONAUTO Y GANVAM que han recibido su dictamen negativo conducirían a una plataforma de negociación colectiva con los fabricantes, lo que por definición, va en contra de la libre competencia, al impedir la autonomía de negociación de cada concesionario con su correspondiente fabricante.

De todos modos, la CNMC piensa que se trata de propuestas demasiado genéricas y que sólo podría pronunciarse sobre su legalidad en el transcurso de procedimientos sancionadores de casos concretos en que se hubieran aplicado dichas propuestas.

La CNMC recuerda que esas propuestas que no han merecido su beneplácito llegan desde un sector en el que se ha acreditado la existencia de cárteles entre fabricantes y distribuidores mayoristas para compartir información estratégica, como entre fabricantes y distribuidores minoristas de una misma marca para la fijación de precios.

En efecto, en una serie de procedimientos sancionadores que concluyeron en el verano de 2015, la CNMC sancionó a fabricantes y concesionarios con multas por un total de 223 millones de euros. Vamos que lo que en términos coloquiales ha dicho la CNMC a FACONAUTO y GANVAM es ¡Quietos paraos, que os conozco, bacalaos!.

¿Y las propuestas de ANFAC?

El lector se preguntará si la CNMC ha dicho algo de las propuestas de ANFAC para el dichos Código de Buenas Prácticas. Pues no, quizá porque esta asociación lo que quiere es que ese Código establezca un mecanismo de arbitraje para los conflictos que puedan surgir en las relaciones comerciales entre concesionarios y fabricantes, algo que parece contar con el beneplácito del organismo de la competencia.

Aquí el problema es que todo el mundo quiere ganar más dinero ─noble y loable deseo siempre que se consiga en el marco de la libre competencia─ y los concesionarios parecen estar muy lejos de hacerlo, según ha puesto de manifiesto recientemente en Sevilla Jaume Roura, presidente de FACONAUTO durante el XXV Congreso Nacional de esta asociación, al señalar que aunque en 2015 la rentabilidad media de los concesionarios se elevó al 1,3 por ciento sobre una facturación de 28.545 millones de euros, esa rentabilidad es insuficiente y que, para ser viables, los concesionarios necesitan llegar al 3 por ciento.

Para ello, sería de gran ayuda, según FACONAUTO, que las marcas asumieran los costes de financiación de las campañas de descuentos que llevan a cabo los fabricantes, unos descuentos que deben ser adelantados por los concesionarios y que, por término medio, alcanzan el 15 por ciento. Los costes de financiación de ese dinero adelantado es lo que los concesionarios quieren que asuman los fabricantes. 

También se quejan los concesionarios de la imposición de la financiera de cada marca por parte de ésta no ya en las ventas a plazos a los clientes de los concesionarios, sino también en la adquisición del stock de vehículos que los fabricantes de éstos obligan a tener siempre disponibles a sus concesionarios. Este stock es pagado por los concesionarios a precio de tarifa, aunque luego vayan a ser vendidos con descuentos que el fabricante les devolverá más adelante. Los concesionarios reclaman poder acceder a la banca tradicional ahora que ésta ofrece intereses apreciablemente menores que las financieras de marca.

Asimismo, los concesionarios rechazan las frecuentes inversiones que se ven obligados a efectuar en imagen e instalaciones, inversiones que con frecuencia son impuestas por los fabricantes cuando aún no se han amortizado las anteriores.

Rechazo de la relación de franquicia

Lo malo es que la relación contractual entre fabricantes y concesionarios es del tipo franquicia, con lo que los segundos lo tienen difícil de cara a lograr sus pretensiones, ya que los fabricantes practican la política de esto son lentejas...

Ante semejante panorama, parece prácticamente imposible que fabricantes y concesionarios vayan a llegar a un acuerdo para ese Código de Buenas Prácticas, sin contar con que luego la CNMC lo diera por válido una vez puesto en marcha. La alternativa sería que fuese el propio gobierno el que termine por regular las relaciones entre unos y otros, cosa por otra parte nada deseable, que ya está bien de soportar la presencia de papá estado por todos los ámbitos.

Pero no hay que olvidar que el gobierno español es en estos momentos un gobierno en funciones y cuesta trabajo creer que vaya a afrontar semejante responsabilidad cuando en poco más de tres meses podría tener que batirse el cobre con los demás partidos políticos en unas nuevas elecciones generales.

Así pues, todo apunta a que la reunión de la mesa de diálogo convocada para hoy por el secretario de estado de Comercio, Jaime García-Legaz, termine más o menos como empezó, es decir, sin Código de Buenas Prácticas.