miércoles, 18 de mayo de 2016

EL PLAN 2000E DE RENOVACIÓN DEL PARQUE AUTOMOVILÍSTICO COSTÓ 300 MILLONES A LOS ESPAÑOLES

►Un grupo de investigadores ha llegado a la conclusión de que además no alcanzó ninguno de sus objetivos medioambientales ni de mercado



Con el plan 2000E, el gobierno español quemó
alegremente 300 millones de euros del contribuyente
MADRID ─ Desde 1994, año en que comenzaron los planes de ayudas y subvenciones del gobierno español para una supuesta renovación del parque automovilístico de nuestro país con vehículos más seguros y eficientes, los fabricantes de automóviles han venido jaleando la continuidad de tales planes alegando que su coste para el erario público era cubierto con creces por el aumento de la recaudación de impuestos procedentes del incremento de ventas derivado de esas ayudas. Pues bien, un análisis a fondo de uno de esos planes, el denominado 2000E, que fue lanzado en 2009 por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, realizado por investigadores independientes de las Universidades de Barcelona y Gran Canaria y publicado en el número 47 de la revista Transport Policy que publica la World Conference on Transport Research Society (WCTRS) concluye que los efectos de dicho plan sobre el mercado español de automóviles y su impacto medioambiental fueron un absoluto desastre y que, además, la broma les costó a los contribuyentes españoles la bonita cifra de 300 millones de euros. O sea que de autofinanciación nada, y de reducción de emisiones menos. Y lo peor de todo es que el grupo de investigadores españoles teme que los resultados del resto de los planes de este tipo ─PREVER, VIVE, PIVE, etc.─ hayan arrojado un balance similar.

La noticia de la publicación del estudio apenas si tuvo repercusión en nuestro país, pues ya se sabe que eso de meterse con los fabricantes de automóviles es peligroso, pues pueden castigarnos sin publicidad. Que recordemos, hubo a mediados de enero de este mismo año un comunicado de la Agencia EFE, advirtiendo de la publicación del informe en el número de la revista mencionada correspondiente al mes de abril de 2016, comunicado del que se hicieron eco en La Vanguardia, Libertad Digital y poco más.

El estudio, titulado Evaluación de los Programas de Subvenciones para Vender Coches Verdes: Impacto en los Precios, Cantidades y Eficiencia, apareció firmado por los investigadores Juan L. Jiménez, Jordi Perdigueras y Carmen García y en él se pone de manifiesto que durante la vigencia del Plan 2000E los fabricantes de automóviles aumentaron los precios de sus vehículos en una media de 500 euros por unidad y que, en términos de ventas, las estimaciones econométricas realizadas por aquellos investigadores revelaron que el Plan 2000E no contribuyó a elevar las ventas de automóviles.

Por lo que se refiere al plano medioambiental, el estudio señala que al comparar los costes (inversión financiera necesaria) y los beneficios del programa (reducción de las emisiones contaminanes y aumento de la recaudación de impuestos) el Plan 2000E habría sido rentable si de él se hubiera derivado un aumento de al menos el 29 por ciento en la demanda de vehículos, cosa que no ocurrió, ya que durante la vigencia de dicho Plan de ayudas, las ventas sólo crecieron un 9 por ciento.

La tonelada de CO2 casi 42 veces más cara que en el mercado internacional

Además, cada tonelada de CO2 que el Plan 2000E evitó que se emitiera costó nada menos que 600 euros al contribuyente, cuando los créditos para emisiones de ese gas de efecto invernadero se venden a 14 euros por tonelada en el mercado internacional; esto es, nada menos que 42 veces menos. En consecuencia, el estudio estima que el Plan 2000E tuvo en términos medioambientales un impacto negativo de 300 millones de euros. 

Nuestro Ministrio de Hacienda ha destinado grandes cantidades de dinero a todos estos planes de subvenciones y los fabricantes incluso más. Por ejemplo y sólo en las primeras siete ediciones del PIVE ─la octava edición se agotará posiblemente a finales del mes próximo─ entre el gobierno español y los fabricantes de automóviles se han dedicado unos 890 millones de euros que sirvieron para renovar unos 890.000 vehículos. lo que reportó a las arcas del estado unos 2.542 euros a través del impuesto sobre el valor añadido (IVA) y el de matriculación, según datos publicados por ANFAC.

Esta contribución financiera a las arcas del estado ha sido siempre usada como justificación para la demanda de nuevos planes de ayudas por parte de los fabricantes y las asociaciones que los representan pero ahora el estudio que comentamos ha desbaratado por completo tal argumentación.

No cumplen sus objetivos y dan lugar a fraudes

Tampoco podemos olvidar que los planes PIVE se han visto envueltos en algún que otro escándalo que las partes interesadas han tratado de pasar por alto, como el que se descubrió durante la quinta edición del PIVE, en la que se exigía el achatarramiento de un vehículo de 10 a 12 años de edad para poder acceder a las ayudas financieras. Como el lector posiblemente recuerde, se encontró que algunos de los concesionarios oficiales ofrecían al comprador la adquisición de un vehículo de esa edad para poder tramitar la compra del nuevo. hasta ahí, todo legal; el problema es que una cantidad apreciable de tales coches añosos eran vehículos que ya habían sido achatarrados previamente y, en ocasiones, con el fin de acceder a las ayudas del PIVE.

Ninguna de nuestras autoridades aclaró nunca cuántos vehículos fueron achatarrados fraudulentamente durante las cinco primeras ediciones del PIVE. En ediciones posteriores de ese Plan se hizo un leve esfuerzo por evitar que ese fraude fuera posible pero claramente sin gran entusiasmo.

Pese a todo, los fabricantes de automóviles siguen reclamando nuevas ediciones del PIVE y lamentando que la presente incertidumbre política les esté privando de ir avanzando en la negociación de esas nuevas ediciones.